Valerie y Ted Rock se encontraban de visita en un bar cerca de su hogar en Chicago, cuando notaron una jaula sobre la barra y a la gente pasando un gato de unas manos a otras. El dueño le estaba buscando un hogar.
Los Rock recién habían enterrado a un gato que tenía poco más de 20 años de vivir con ellos y estaban tan dolidos que habían decidido no tener ni un gato más. Pero entonces les pasaron al minino y éste se echó a dormir sobre la nuca de Ted. Eso fue suficiente para fascinarlos, pese a que el gato tenía “un pequeño detalle”: tenía 4 orejas.
Cuando lo adoptaron decidieron llevarlo a un veterinario para que examinara la situación. El veterinario admitió no haber visto jamás antes un caso igual. Decidieron llamarlo Yoda, en honor al personaje de La guerra de las galaxias.
Yoda vive una vida muy normal. Es muy sociable, le fascina el pan y es poco vocal. Valerie apenas se da cuenta que está ronroneando cuando le pone un dedo sobre la garganta para sentir la vibración.
En internet pueden encontrarse varios de estos curiosos casos de gatos con cuatro orejitas. Según una página bastante exhaustiva sobre curiosidades médicas felinas, dichas orejas extra no tienen capacidad auditiva y son mutaciones genéticas. En los años 50 se creía que estas mutaciones afectaban el cerebro de los gatos, pero variados casos en diversos países del mundo lo desmienten. Y salvo casos bastante excepcionales, dichos felinos suelen llevar una vida absolutamente normal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario