Entre las múltiples cosas que se han estado cocinando entre bambalinas en la montaña rusa que es mi vida (dice un amigo que mi vida es una novela... ¡créanle!), entre esas cosas, digo, he estado dándole los toques finales a la aparición de un nuevo libro, corrigiendo pruebas, seleccionando portada y hasta dejándome tomar fotos para la solapa (ODIO tomarme y que me tomen fotos, lo odio, lo odio, lo odio, lo odio...).
Es una colección de cuentos y se llama Crónicas para sentimentales. No quisiera mucho hablar de su contenido para no prejuiciar ni encauzar la lectura ajena, ya cada quien se hará sus propia ideas.
El libro lo publica F&G Editores de Guatemala. Sí, ya sé, he sido una promiscua editorial. Casi todos mis libros están publicados por otra editorial. Tengo (con este) 8 libros publicados en 6 editoriales. F&G me parece el proyecto más respetado actualmente en la región, con un sistema probado de distribución en espacios y países que me interesan y además, un detalle muy importante en estos modernos tiempos: el libro se puede adquirir por internet a través de su página, algo que ninguna otra editorial me ha cumplido (aunque lo ofrecen, pero nunca concretan).
Por lo demás, les dejo el enlace que comenta un poco del contenido y el tono de los libros, una contraportada que me parece capta bien el espíritu del libro.
Diré también que estos cuentos fueron escritos en el mismo período creativo de Cuentos sucios. En ese sentido es, digamos, un libro “viejo”, por lo menos en el sentido que se escribió ya hace bastante rato. Pero había quedado guardado ahí en la gaveta por motivos bastante ajenos a mi voluntad.
Siempre vi a ambos libros como gemelos del mismo parto, pero no podían juntarse en un mismo volumen por la diferencia sustancial de la temática. Si Cuentos sucios era algo oscuro y morboso, Crónicas... aparenta tener un aire de humor y de ligereza, que en realidad es engañoso, porque estos textos siguen explorando ciertos asuntos humanos, sobre todo eso que llamamos “el amor”: los amores platónicos, frustrados, irrealizados, finales incomprensibles y fantasías romanticoides.
Mi idea era que fueran publicados uno después del otro, pero en aquel momento, la DPI se empeñó en que entregara una novela y me saqué de la manga El desencanto. Algo de lo que todavía me arrepiento al día de hoy porque creo que era un libro que aguantaba un par de años más en corrección (y que quizás, finalmente, ni hubiera publicado). Total, que me amarraron con un contrato firmado y lo tuvieron ahí en la editorial 4 años hasta que finalmente lo imprimieron, situación que me hizo perder la traducción y publicación al francés de este libro... pero mejor no digo más, me vuelve la colerita de nuevo y ya eso es agua pasada.
Crónicas... es especial para mí en otro sentido, pues tiene los dos cuentos que en lo personal son los que más me gustan de todos los que he escrito: “¿En qué libro guardé tus cabellos, Elsa Kuriaki?” y “Materia negra”. Y creo que este último me gusta todavía mucho más que el primero.
No sé si sea muy radical decir esto (y uno aprende que en la vida nunca hay que decir nunca), pero puede que éste sea también mi último libro de cuentos. O por lo menos, será el último que se publique en varios años. No escribo cuentos desde el 2003 o 2004. El último que escribí es uno que está en El Diablo sabe mi nombre, “Película japonesa de los años 60”.
Como ya expliqué alguna vez por acá, dejé de escribir cuentos cuando sentí que había alcanzado una especie de fórmula y que ya no me significaba ningún tipo de reto o aprendizaje la escritura de cuentos. Si, ya sé, han de estar pensando: “vieja loca, ¿para qué quiere hacer algo que encuentra complicado?”. Pero bueno, cada loco con su tema y el mío es el reto en la escritura, aprender, encontrar, descubrir, descifrar, retarme a mí misma. Escribir desde la oscuridad para encontrar algo de luz. Escribir desde el caos originario, misterioso y oscuro para ordenar, crear algo desde la nada del silencio y de la página en blanco y de pronto haber conformado un micro cosmos, que es lo que se encierra en cada texto literario.
He hecho algunos intentos de cuento, tengo varios comenzados, pero nada terminado. Y no sé si los retomaré. Y luego tengo un montón de textos bien raros que no sé si realmente son cuentos o que (beep) son, pero ahí están, hasta que les busque acomodo en algún lugar de papel.
Detalles de carácter práctico:
-Ni yo misma he visto el libro todavía y no lo veré hasta que vaya a Guatemala.
-La portada es una foto de Walterio Iraheta y la foto de la solapa (de las pocas fotos mías que me gustan), es de Sandro Stivella, ambos salvadoreños.
-El libro tiene su primera presentación pública el 20 de julio a las 18 horas en la Filgua de Guatemala.
-El libro puede adquirirse por internet aquí.
-Circulará en Centro América en los canales habituales de distribución de F&G. Pero todavía no sé cuándo exactamente empezará a venderse. Cuando vuelva de Guate, seguro tengo más datos.
-Espero que lo presentemos acá en El Salvador, pero igual, primero que venga el libro, que circule y luego presentamos. Y por supuesto, cuando así sea, les aviso e invito.
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