La noche pasó con más tranquilidad. Hubo réplicas, algunas bastante fuertes, pero siento que no fueron ni con la intensidad ni con la constancia como cuando los terremotos de El Salvador. Allá sentíamos que lo peor eran las réplicas, porque no parecían cesar nunca y habían unas hasta de grado 5 y pico.
Desde alrededor de las 11 de la noche hasta ahora ya no he sentido ninguna. Pero no dormí muy bien. Me desperté como a las 4 y me costó volver a dormir. Me levanté casi a las 9 y media, cansadísima.
Todo parece estar más en calma hoy y los cuerpos de ayuda están intentando llegar a las zonas afectadas para ayudar a los que quedaron aislados, atrapados, etc. Todavía hay números inciertos sobre el total de víctimas, pero las imágenes de la destrucción, sobre todo fuera de San José, son muy impresionantes.
Les comparto un video que resume un poco los sucesos de ayer. Y aprovecho para agradecer a los amigos y los lectores del blog que enviaron numerosos mensajes de apoyo y cariño, averiguando como estoy (y hasta saludando a la valiente Loli, que se lo toma todo con mucha calma/hay que aprender de ella). Gracias, de veras.
sábado, enero 10, 2009
La mañana después
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